Por: Gerina Dunwich
Las brujas han usado durante mucho tiempo la sal como agente de purificación y para alejar la negatividad, las vibraciones malignas y los espíritus chocarreros. Simbolizada por el elemento Tierra, la sal es uno de los ingredientes principales de las artes mágicas y los cultos religiosos paganos. En la tradición de la Wicca, la sal consagrada, junto con agua, flama e incienso, se usa para consagrar el círculo y las diversas herramientas de la hechicería.
En tiempos medievales se creía ampliamente que la sal poseía el poder de volver impotentes a los demonios y fantasmas malvados. Por esta razón, los nigromantes eran identificados por evitar comer alimentos que contenían sal antes de realizar ritos para atraer a los espíritus de la muerte.
Echar sal a las cunas de los bebés alguna vez se hico por precaución contra las posesiones demoníacas de los recién nacidos y echar sal en un féretro aseguraba que la persona fallecida estuviera protegida contra los demonios atrapa almas. Para prevenir que regrese una visita indeseable a su casa, eche algo de sal al pie de la puerta para que él o ella se vaya, bárrala con una escoba y después eche la sal al fuego. Tirar una pizca de sal en la espalda de los visitantes que se van es otro método que se supone los mantiene alejados por mucho tiempo, si no es que permanentemente.
Para que la buena suerte llegue a su vida, tire una pizca de sal sobre su hombro izquierdo 3 veces, diciendo cada vez:
Mala suerte, cambia
Y mala suerte, vuela.
Fortuna de la buena suerte,
¡Hasta mí llega!
Para liberar a una víctima de la influencia del mal de ojo, muchas brujas en Escocia usan una moneda prestada de 6 peniques para recoger un poco de sal, que después será puesta en una cucharadita de agua caliente. Una vez disuelta la sal, se agrega la moneda de 6 peniques en la solución. Se deberán ungir 3 veces con el agua salada las plantas de los pies de la persona maldecida, las palmas de sus manos y la punta de su lengua. Después, la bruja sanadora hundirá el dedo en el agua salada y lo arrastrará paralelamente a la frente del paciente. Por último, se lanzará el contenido de la cuchara "detrás del fuego" y la bruja gritará "¡Caballero y Dama presérvanos contra todo perjuicio!"
Para romper cualquier conjuro de hechicería que le hayan lanzado, realice el siguiente contrahechizo al amanecer, durante 9 días consecutivos: con su mano derecha, eche algo de sal a las llamas danzantes del fuego mientras recita 3 veces las siguientes palabras:
¡Sal! ¡Sal! A las flamas os lanzo.
Que la persona queme ha hechizado
No coma, ni beba ni encuentre descanso
¡Hasta que el hechizo sea eliminado!
Echar sal al fuego durante 7 mañanas consecutivas se dice que provoca que el amante ausente regrese y usar una bolsa dije llena de sal bajo el vestido de novia trae buena suerte a la novia y asegura un matrimonio feliz.
Existe la superstición generalizada de que derramar la sal trae mala suerte. Verdadero o no, es imposible decirlo; sin embargo, el daño se puede evitar tomando precauciones. Niegue la inminente mala suerte arrojando inmediatamente una pizca de sal sobre su hombro izquierdo con su mano derecha mientras dice:
Que cuando este hechizo lance,
¡la mala suerte pase!
[imagen vía 1001consejos.com]
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