Por: Gerina Dunwich
Un gran número de individuos que siguen el sendero de la Wicca están preocupados acerca de los hechizos de amor que manipulan el libre albedrío de otro ser humano.
Con el propósito de trabajar la magia y permanecer dentro de su ética, los Wiccas frecuentemente enfocan los hechizos en una situación y no en una persona, y con ciertos principios como "no dañar", "por el bien común" o "sin interferir con el libre albedrío"; o sea que cuando hacen hechizos para atraer el amor de una persona en particular, lo harán sólo con el permiso del individuo.
Muchos Wiccas sienten que la magia del amor no debe ser tomada a la ligera (con lo que estoy totalmente de acuerdo), y algunos se oponen vehementemente a su uso en cualquier condición. También he escuchado que erróneamente la catalogan como "magia negra", lo que creo es una deducción bastante absurda. Algunas de las formas más manipuladoras de la magia del amor podrían ser "grises", si es que hay que ponerle algún color, pero los hechizos de amor no son de ninguna manera magia negra -a menos, por supuesto, que el propósito del hechizo sea hacer daño a la persona a quien está dirigido.
Un ejemplo de una verdadera "magia negra de hechizo de amor" podría ser la de romper el matrimonio o eliminar el amor de alguien con objeto de colocarle a usted en una posición más favorable para ganar el corazón del hombre o mujer que le interesa, (Cabe señalar que definitivamente ésta no es la clase de magia de amor que yo practicaría, aconsejaría o enseñaría a mis alumnos).
Es equivocado usar la magia para dominar el libre albedrío de otra persona. Siempre he sido de la opinión de que es imposible controlar complemente la voluntad de otro, a menos que la persona le dé el poder de hacerlo. También creo firmemente que ninguna magia de amor puede forzar a otra persona a rendirse locamente de amor por usted contra su propia voluntad, aunque usted exprese el nombre de esa persona o visualice sus características físicas durante el conjuro (contrario a lo que muchos Wiccas parecen pensar).
Aún si llega al extremo de trabajar un sortilegio de amor que incluye cortar un cabello o una uña de su amado (lo que parece ser una práctica mágica común fuera de la Wicca), lo más que puede hacer la magia del amor es crear un destello entre dos personas. En ese punto concierne a ellos si se vuelve o no en fuego. Si los sentimientos románticos de ambos no son mutuos, el destello eventualmente se consumirá a sí mismo y así el hechizo será, hablando en modo figurado, convertido en polvo y esparcido...
[imagen de Rufino Uribe vía flickr.com]
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